miércoles, 7 de enero de 2009

CIRUGÍAS PLÁSTICAS, UNA MODA EN ECUADOR

El modelaje en Ecuador se ha visto afectado desde cuando las modelos ecuatorianas han tenido que competir con las cirugías plásticas. Hace aproximadamente cinco años, hablar de cirugías plásticas en Ecuador, era un tema poco común. Actualmente a partir de la presencia de rostros perfectos, cabellos rubios, ojos verdes, y las medidas perfectas provenientes de Colombia, la cirugía plástica es un tema de todos los días.
“Es humillante haber tenido que llegar a competir con un par de siliconas”, comenta Verónica Noboa, modelo internacional. Hace
seis meses, Noboa se sometió a una cirugía para aumentar sus senos. “No duele, pero si te sientes diferente el primer mes. Además hasta ahora no lo creo, yo nunca me imagine hacerlo. Pero con tanta colombiana con buen cuerpo, no queda de otra”, comenta Verónica desconcertada de haber hecho algo que nunca lo tuvo planeado.

Una modelo ecuatoriana (triple A), en los años 2000, 2001 y parte del 2002 mas o menos, obtenía un ingreso de $1500 mensuales trabajando en la profesión del modelaje. (Una modelo triple A es aquella que solamente realiza trabajos como: imagen de marcas, desfiles, fotografías y comerciales. Las modelos doble A e impulsadoras realizan otro tipo de trabajos, casi por la mitad del presupuesto por el que lo realizaría una modelo triple A). Antes las modelos ecuatorianas tenían por lo bajo de tres a cuatro eventos semanales, cada uno remunerado entre $150 a $180. Esto permitía que las
modelos tanto hombres como mujeres puedan subsistir con el modelaje. Además según comenta Gladys Celi, dueña de CN modelos: “antes teníamos un grupo de mas o menos veinte modelos triple A, que mas que modelos eran un grupo de amigos. Trabajaban siempre juntos y se los veía en los mejores eventos del país. Lo que no sucede ahora que existe una enemistad increíble”.

Las modelos extranjeras empezaron a venir, en su mayoría de Colombia, cuando una agencia de modelos comenzó a traerlas durante tres meses, las promocionaba mas que todo en los meses de septiembre, octubre, noviembre y diciembre, hasta las fiestas de Quito y después las retornaba a su país. Esta agencia de modelos pensó que podía ser un buen negocio, trayéndolas en grupos de veinte, durante todo el año. Efectivamente desd
e finales del año 2003, las modelos colombianas empezaron a llegar sin papeles, sin experiencia, pero con ilusión de ganar dinero por su trabajo.
Chicas perfectas físicamente. Algunas con cirugías y otras no, pero son llamativas indudablemente por su belleza y sus curvas perfectas.
“En Colombia es normal, las operaciones. Las niñas de 15 años ya se operan de los senos, la nariz, los pómulos, o cualquier operación que nos haga falta. Las operaciones solo sirven para mejorar un poco”, afirma Diana Orjuela, modelo colombiana residente hace dos años en Ecuador.
De igual manera asegura que en Ecuador el costo de las cirugías plásticas ha disminuido en relación con Colombia. “Aquí por ejemplo, operarse en –combo-, o sea la nariz, la liposucción y ponerse senos, cuesta $1500. En Colombia no se lo hacen por menos de $2500. Es por eso que ahora nos las hacemos aquí”, relata Orjuela.
Actualmente no solo las chicas colombianas recurren a los quirófanos, así como Noboa que se vio en la obligación de operarse los senos para poder seguir trabajando de modelo, hay por lo menos el 90% de modelos ecuatorianas que ya lo han hecho, según Fabián Hidrovo, cirujano plástico.
Hidrovo además asevera que el prototipo de mujer perfecta que ha creado las modelos colombianas en el país, ha hecho que no solo las modelos quieran operarse, sino que también personas comunes y corrientes lo quieran hacer. “En mi consultorio recibo aproximadamente 20 pacientes que desean someterse a cirugías estéticas”, comenta Hidrovo.

Antes preferían un rostro bonito, ahora prefieren medidas perfectas al momento de contratar alguna modelo para algún evento. El jefe de marketing de Movistar, Guido Mante dice que prefiere las modelos colombianas porque aparte de tener excelentes cuerpos, son más trabajadoras y más eficientes que las ecuatorianas. “Por ejemplo una modelo ecuatoriana, cuando se le pide que trabaje mas horas, protesta y pone mala cara. Por el contrario con las colombianas que siempre tienen una sonrisa y son –cancherisimas-“.

Según Celi, por otro lado, alega que las colombianas lo único que han hecho es dañar el mercado y realizar una competencia desleal. “estas chicas han venido a hacer cualquier cosa por dinero. Viven en un cuarto sin comodidades de la manera más denigrante. Ocho en un mismo dormitorio, con un solo baño durante meses. Y trabajan por 40 o 50 dólares todo el día, con zapatos altos en el sol, el frío, la lluvia. No me parece que eso es una modelo. Las modelos son seres humanos, no máquinas. Una modelo ecuatoriana no esta acostumbrada a ese trato y estoy segura que no van a llegar a trabajar por ese presupuesto y peor en esas condiciones”, dice Celi un poco disgustada mientras habla del tema.

Las modelos ecuatorianas se han unido nuevamente, tratando de hacer grupos de trabajo, ya que han visto que es la única manera de que las contraten para trabajar. Además de las operaciones a las que se han sometido la mayoría, han pactado no trabajar si no es solamente entre ecuatorianas. “Si un cliente quiere contratar modelos para algún evento, todas las ecuatorianas nos hemos puesto de acuerdo en trabajar solo entre nosotras, sino no lo hacemos. Veamos si así, los clientes dejan de contratar a las colombianas”, comenta Catherine Peñafiel, modelo ecuatoriana desde hace 9 años.

martes, 6 de enero de 2009

MONÓLOGO PERSONAL

Hay madres buenas y madres malas, madres que te dan soluciones y madres que no te las dan.
Por ejemplo esa madre que todos los domingos por la mañana viene a despertarte como si no fuera el único día que tienes para dormir.
Esa madre que viene a despertarte entra en tu habitación con cuidadito para no despertarte se ponen a pie de tu cama y dándote golpecitos en los pies te dice: suzanna ya levántate y vamos a comer, y tu le dices: que yo no voy a comer siempre quiere que pase comiendo y comiendo y ella te dice entonces ¿no te guardo nada? y tu le dices: que nooooooo y ella insiste ¿entonces no vas a comer verdad, no te guardo nada entonces? y tu también insistes: mama k noooo!! De lo que te vas a perder hija mía te dice.
Entonces ella se va de la habitación pero cuando parece que va a cerrar la puerta va otra vez a la cama y te dice... mijita ¿Qué quisieras comer hoy?
Luego un día cuando te vas a ir de tu casa y vas a coger las llaves pero no las encuentras a ¿quien le preguntas....? a tu madreee le dices mamaaaa ¿tu has visto mis llaves? y ella te dice ¡ay están donde siempreee! tu vas donde siempre y no están y vuelves con un poquito de miedo y le dices... maamaaa he buscado donde siempre y ahí no estaaan y te dice tu madre ¿pero has buscado bien? y tu dices pues es verdad voy a mirar bien.
Vas miras y nada y tu vuelves a tu madre ya muerta de las iras, no con miedo, si no ya preparado para salir corriendo. Le dices maaamaaaaa he buscado bien y ahí no están.. Bueno ella como buena madre te grita.. ¡esque voy a tener que ir yooo!! y tu piensas (bueno pero ven rápido que a este paso ya me atrase a la u).
ella llega y las encuentra!! y tú te vas pensando las madres si que tienen poderes pero si yo busque y no estaban pero luego piensas ¿y si las tenía ella y lo que quería era.... eeeh?.
luego esta esa madre cariñosa que 1 hora después de que tu comiste llega con el pañuelito lo llena de babas y te lo restriega por toda la cara y tu pones esa cara como de asco y le dices... ¡¡mamaaaaa que asco!! El caso es que por mucho que digamos.... madre solo hay una, porque dos quien aguanta.

domingo, 4 de enero de 2009

La Navidad en la Vía a Machachi

Casi tres dolares diarios y una funda de caramelos son el promedio que María Ignacia Iloza recogió desde el 22 hasta el 24 de diciembre. En la vía a machachi casi al medio día del 24 de diciembre no solo María Iloza y sus tres hijos pedían caridad, sino muchas otras familias, en la mayoría madres con sus hijos.

Los niños con su cabello áspero y enredado, mejillas rosadas y brillantes y los pies descalzos, pedían “la navidad” desde las siete de la mañana hasta las seis de la tarde en la fría, ventosa y desolada vía a machachi. Con su voz dulce e inocente y con palabras que apenas podía pronunciar, Anita una niña de cuatro años, decía: “la gente me lanza unos caramelos y también me regala comida y yo le doy a mi mami”.

Mientras los niños permanecían en la vía esquivando los carros, camiones, buses y algunos trailers, sus madres hacían tiempo sentadas esperando que sus hijos traigan caramelos, comida y en algunos casos ropa usada, que recogían en la vía. La mayoría de personas que regalan dulces a los niños, los arrojan por la ventana de los vehículos ya que es imposible estacionarse y repartir, por las aglomeraciones y por el tráfico.

La navidad para estos niños es un juego. Entre algunas familias juegan a quien consigue más caramelos, o a quien le regalan más juguetes. Cuando comienza a atardecer, cuentan la cantidad de regalos, dulces, y objetos que han recogido. “Yo tuve tres chocolates y muchos chupetes, y mucha ropita” se escuchaba a Nelson un niño de Sangolquí. “La señora de la camioneta regalo tres costales de ropas para mi”, dice Viviana oriunda de machachi. Y cada familia empieza a recoger sus regalos en costales y se dividen para cargarlos entre todos. Casi a las siete de la noche empieza una larga caminata entre todas las familias, y se dirigen a sus hogares.

El tránsito disminuye, casi a las ocho de la noche ya no se encuentra muchos vehículos, solamente algunos buses. Y las últimas familias esperan por algún regalo en la fría, oscura y desolada vía a machachi.